A partir de los 30 o 35 años, nuestra piel empieza a acusar ya un cierto deterioro. Falta de luminosidad, flacidez, primeras arrugas… Factores externos como la exposición al sol o la polución contribuyen a ese proceso, pero también otros de tipo genético contra los que poco podemos hacer.
La progresiva reducción de grasa en nuestra piel hace que ésta disminuya su capacidad para retener agua y eso se traduce en una falta de hidratación. Según el doctor Jordi Peyrí, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital de Bellvitge de Barcelona, da igual que bebamos dos litros de agua diarios, eso sólo hará que eliminemos más líquidos, no que nuestra piel esté más hidratada porque lo que nos falta es grasa.
La noche
Cada vez son más los productos dirigidos a tratar nuestra piel durante la noche. El motivo, explica el doctor Peyrí, reside en que es precisamente en este momento cuando se activa el proceso de regeneración celular, nuestra piel ya no está ocupada luchando contra los factores externos que la agreden. De hecho, la mayor producción de melatonina tiene lugar durante la noche, pero a partir de los 35, sus niveles caen a la mitad. Levantarse con el rostro descansado y luminoso es cada vez más difícil aunque hayamos dormido bien.
Por todo ello, el cuidado nocturno de la piel potenciará el proceso de regeneración y contribuirá a que amanezcamos como “bellas durmientes”.
Sérum 7 Aceite de Noche Activo
Para ayudarnos a contrarrestrar los efectos del paso del tiempo en nuestra piel, Boots –el laboratorio con más de 160 años de experiencia entre cuyos hitos se encuentran el desarrollo del ibuprofeno y del primer protector solar factor 50– acaba de presentar Serum 7 Aceite de Noche Activo.
Al tratarse de un aceite, apunta el doctor Peyrí, penetra mejor que una crema y su tacto seco lo hace apto para todo tipo de pieles.
Ingredientes y acción
Los nueve aceites que componen este tratamiento se han obtenido mediante presión fría, por tanto, no se alteran sus propiedades naturales. De un lado, están los de almendra, oliva, girasol y fruta de la pasión, que nutren, suavizan y restauran la humedad de la epidermis. Y de otro, los que ayudan a rellenar nuestra piel, minimizando las arrugas: aceites de semilla de Macadamia, de onagra, de argán, de Jojoba y de baya del espino amarillo.
Entre los ingredientes más novedosos de su formulación, se encuentran las células madre de frambuesa. Estos pequeños frutos son conocidos por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias y, en este caso, contribuyen a mejorar la hidratación de la piel.
Además, contiene vitaminas A, C y E, todas ellas bien conocidas por sus efectos beneficiosos en la piel. Otros ingredientes con propiedades despigmentantes, como el extracto de corteza del boldo, árbol originario de Sudamérica, ayudan a aclarar esas pequeñas manchas que con el paso del tiempo suelen aparecer en el rostro.
Aplicación
Efectivamente, es un aceite no graso. Llama la atención lo bien que se absorbe y en ningún momento deja el rostro pringoso. Eso y su aroma hacen que aplicarlo, lejos de un engorro, sea muy agradable.
Se recomienda no pasarse con la cantidad. Bastan dos o tres presiones para toda la cara. Utilizar más es tirar el producto. Y así lo dicen desde la propia marca. Tras un masaje para que se absorba bien, lo mejor es complementarlo con una buena crema de noche.